viernes, 2 de mayo de 2008

Visita Fidae 2008







Más aviones ? si, más aviones, pero ahora no solo en exposición estática, también en exposición dinámica ... y bien dinámica.

La verdad es que yo no estaba muy entusiasmado con la idea de ir a la Fidae el fin de semana, pero el ofrecimiento ya estaba hecho y la palabra empeñada hay que cumplirla, por lo que programamos la expedición para el dia sábado. La tía Yoya no fue de la partida porque se torció un pie, lo que le produjo un esguince por lo que los bravos fuimos Verito, el tío Andres, Vicente, Ignacio y yo.

A poco llegar las bocas abiertas y la expresiones de sopresa e incredulidad no se dejaron esperar: la escuadrilla de acrobacia de la Fuerza Aérea de Brasil , Da Fumaça, hacía de las suyas con un expectáculo de mucha clase. Luego vinieron las demostraciones de aviones tales como A37-B, F5 Tigre III, F16 Falcon, F15 Eagle y el bacán del dia, el "largo" B1B the Bone, con el que los niños quedaron con los ojos cuadrados y los oidos tapados, pero los dos clarísimos de que el bacán de la jornada era ese ....

La hora del luch fue algo tormentosa por el calor que hacía y por la cantidad de gente urgiendo por comer algo, pero aparte de eso no hubo mayores complicaciones.

A nuestra salida del recinto nos tocó la segunda presentación de Da Fumaça, la que nos quedó muy cerca en el camino al estacionamiento, por lo que los Super Tucanos pasaban muy cerca, para el regocijo de los niños y de los no tanto también.

A poco de estar en camino de vuelta a casa Vicente e Ignacio se acomodaron en la portentosa humanidad del tío Andrés y cayeron a dormir a pata suelta, parece que el paseo los había cansado mucho mas de lo que imaginábamos.


Mi impresión es que Vicente disfruta cada segundo que puede pasar al lado de un avión y lo tiene tan claro que él dice que cuando sea grande va a manejar uno de esos, e indica un F15 o un F16, de allí para arriba. Yo se que en gran parte esto depende de la tía Yoya, pero de mi parte va a tener todo el apoyo para intentarlo al menos y me parece muy bueno que Vicente tenga un proyecto de largo plazo en la cabeza, él es aún pequeño, y sabe que para ser piloto tiene que estudiar mucho y esperar a ser grande, por eso es que creo que es bueno para él.

Ignacio si bien es cierto que gusta de los aviones ya no alucina tanto, pero igual le tira la cosa, aunque no manifiesta certezas como las de Vicente. Bueno, por algo son distintos, y hay que respetarles los gustos verdad ?

Gracias al tío Andrés por la disposición a acompañarnos.

Cumpleaños Ignacio en casa




Como es de costumbre celebramos el cumpleaños de Ignacio en la compañía familiar. Como siempre vinieron la Ita, la tía Yoya y Vicente. Fue una celebración bien chiquitita pero muy cálida, esto porque era un dia de semana y porque el principio de año nos pilló a Vero y a mi medio fuera de training o no se que, pero a los dos nos pegó duro y nos tenía medio K.O. , debe haber sido que además teníamos serios problemas con la nana y teníamos que estar corriendo desde las 06:30 hasta las 23:30 hrs para lograr tener todas las cosas necesarias listas para el otro dia.

Feliz, feliz en tu dia, amiguito que Dios te bendiga, que reine la paz en tu vida y que cumplas muchos más ....

Y que Dios te acompañe siempre por el buen camino Nacho, eres un niño muy inteligente, mucho más de lo que yo puedo exprimir a concho de mi cerebro, y también eres un niño con super buenos sentimientos.

Cumpleaños Ignacio





Este 13 de marzo de 2008 fue un cumpleaños distinto, el primero luego del cambio de colegio, y como la entrada a clases había sido recién y el curso al que llegó Ignacio había sido "constituido" desde cero, vale decir que TODOS los niños eran nuevos no nos quedó otra que invitar a los niños de la Scuola Italiana.

No faltó Emilia Guzmán ni Fran Pesci ni Conny Ríos, quienes se llevaban muy bien con Ignacio. Extrañamos a Leo y a Tino, pero desgraciadamente ellos tenían panoramas fijados con antelación.

Este año invitamos a menos niños, la experiencia del año pasado fue algo que pesó en la decisión, pero igual lo pasaron muy bien. Como de costumbre, y a pesar de haber tomado las medidas del caso, nos sobró mucha comida.

Lo bueno es que las payasitas que contratamos nos ayudaron pintando a los niños y también les hicieron actividades.

Visita al Museo Aeronáutico






A principios de marzo de 2008 fuimos con Ignacio y Vicente al Museo Aeronáutico, visita ofrecida por mi a Vicente ya que él es loco por los aviones y tener la posibilidad de estar tan cerca de estos le puede dar una perspectiva más real de su actual pasión.

A Ignacio ya lo había llevado una vez, aunque él no se acordaba mucho de los detalles.

Fuimos con Carmen Gloria, la tía Yoya, y la verdad es que el desbande fue de proporciones, Vicente no cabía en si al ver tanta aeronave junta, corría de un lado al otro de la nave principal del museo, gritaba desde aquí, un par de minutos después gritaba desde el otro costado, realmente que estaba extasiado y sus ojos no daban crédito a tanta maravilla ante sus ojos.

Cuando ya a Ignacio y a Vicente les corría la gota gorda de tanto correr nos sentamos todos en un banco para comer una pequeña colación, en ese momento Vicente, aún embriagado por la tremenda inyección de adrenalina, le declara "mamita, yo me quiero quedar a dormir aquí...".

Creo que tendré que llevar varias veces más a los niños a este museo ya que por ahora se contentan con ver los aviones y es poco lo que se les puede explicar, pero en la medida que sean más grandes iran viendo otros detalles, seguro que para cuando sean ya muy grandes no tendrán muchas ganas de ir conmigo al museo, y si van en una de esas me quieran dejar allá.

Para mi, esta es tercera vez que voy, igual es un agrado ya que uno tiene la posibilidad de ver, tocar y observar latamente detalles de los aviones que de otro modo no sería posible.

No deja de sorprenderme que los aviones en que nuestro hermano Iván comenzó sus alas están como piezas de museo, lo mismo con varios helicópteros en los que él voló, algunos de los cuales en los que yo también tuve la oportunidad de volar.


Fueron muchos los aviones y helicópteros que vimos y de los que disfrutamos, a nuestro regreso la única forma de aplacar tanta emoción fue con una siesta de trayecto, la que terminó con el almuerzo con el que nos esperaban Verito y Martina.

miércoles, 30 de abril de 2008

Ha pasado algo de tiempo




Si, ha pasado algo de tiempo desde la última entrada en el Blog y en este lapso han nacido Isabel y Arturo, hijos de Alejandra Siu y Cristina Fabry respectivamente, y también murió mi papá el 11 de enero de 2008.



Estaba bien fregado el tata, y también estaba cansado de sus achaques.

Para todos nosotros no fue una sorpresa su muerte, lo fue solo el momento. Ese dia, que fue viernes, yo estaba en la oficina atendiendo un sinfin de cosas cuando me llamaron y Paula me dice que llame urgente a la casa de mi mamá, al rato me llamó Iván y me dice que él va saliendo, me vine a mi casa a buscar algo de ropa y partimos a buscar a Pía y a Piera.

En casa Ignacio me preguntaba insistentemente que que pasaba, que a donde iba. Le dije que el tata estaba muy mal y que lo más probable era que se muriera, que yo iba a ver que pasaba y que lo llamaría cuendo tuviese noticias.

En la carretera íbamos todos callados y nerviosos, sabíamos que mi viejo se estaba jugando los descuentos y que el panorama no era de lo más auspicioso.

Cuando íbamos en el by-pass de Rancagua le confirmaron a Iván que mi papá había muerto en la ambulancia que lo llevó hasta el hospital de Talca, los médicos de urgencia bajaron a atenderlo dado lo mal que llegó, pero a esas alturas ya no había mucho más que hacer. Lo devolvieron a San Javier para que le hicieran los papeles de defunción allí, si los hubiesen hecho en Talca hubiesen tenido que hacerle autopsia.

Nosotros llegamos a San Javier a juntarnos con mi mamá, ella estaba muy nerviosa y alterada, pero cuando ya nos vió a Iván a Pía y a mi se tranquilizó mucho. Ella consigió que nos dejaran pasar al depósito a ver a mi papá. Gracias a Dios se fue rápido y sin mucha conciencia de lo que pasaba, murió tranquilo y asi lo reflejaba su aspecto general, la posición de su cuerpo, las manos, la expresión de la cara.

Dejamos a mi mamá con Pía y con Piera, también con mi tía Wanda, que estaba en la casa de Alfonso Diéguez, y con Iván partimos a Linares a hacer los arreglos con la funeraria, de allí nos fuimos a Villa Alegre a buscar a mi mamá y seguimos a San Javier para ir a buscar a mi papá.

Mientras Iván se quedaba conversando con mi mamá en el auto, para que se tranquilizara, yo me las tuve que ver ayudándole al hombre de la funeraria para vestir a mi papá. Eso fue duro, super duro ... pero había que apechugar no más. Es cierto que era un cadáver, pero no cualquier cadáver, era el cadáver de mi papá. Lo vestimos con uno de sus ternos, zapatos recién lustrados y le pusimos un jasmín del cabo el el hojal. Para ponerlo dentro del cajón tuve que ir a buscar a Iván ya que se necesitaba uno más para la tarea.

Pusimos el cajón dentro de la carroza y partimos a la iglesia de Villa Alegre. En el camino pasamos por calle Torreblanca frente de la primera casa en la que vivieron mis papás cuando se casaron.

Llegamos a Villa Alegre en un cortejo que solo tenía la carroza y el auto en el que íbamos mi mamá, Iván y yo.

En la iglesia nos esperaban parientes amigos y cercanos. Dejamos todo preparado y arreglado para el velorio.

Aquí tuve que hacer de tripas corazón para llamar a Ignacio y confirmarle que efectivamente el tata había muerto. Esto me preocupaba mucho porque Ignacio era bien apegado a mi papá y él sabía que el tata estaba enfermo.
Una vez cerrado el velatorio volvimos a casa de mi mamá a comer algo ya que en general con todas las carreras del dia andábamos todos con el estómago vacío.

También esperábamos a René, a Anita y a Jorge, el novio de Piera que estaban en viaje. Ellos llegaron aproximadamente a la 1 de la mañana, conversamos un rato y las mujeres se quedaron en casa con mi mamá y los hombres nos fuimos a dormir a casa de Mónica Pinochet.

El sábado continuaba el velorio. Vino mucha gente, parientes, amigos, conocidos. Comenzaron a llegar las coronas, los saludos, mucha gente que se acordaba de mi papá. El sábado también vinieron Nelson, Bernardo y Felipe Siu - Ale estaba de viaje en Alemania - quienes volvieron esa misma noche a Santiago.

El mismo sábado hicimos la misa fúnebre en la que pedimos por el descanso de mi papá. Mi mamá leyó, con la discreta escolta de Iván y René, unas palabras que había escrito para la ocasión. Para la misa también vinieron Nelson, Bernardo y Felipe Siu - Ale estaba de viaje en Alemania - quienes volvieron esa misma noche a Santiago.

Terminada la misa y cerrado el velatorio volvimos a casa de mi mamá a comer y a preparar el traslado de mi papá al cinerario del Parque del Recuerdo.

Nuevamente se quedaron las mujeres con mi mamá y los hombres nos fuimos a dormir a casa de Mónica Pinochet.

El domingo tocamos la diana temprano y a las 8 de la mañana estábamos saliendo con los restos de mi papá rumbo a Santiago. En el cortejo venía la carroza, el auto de Iván, en el que viajaban además mi mamá, Pía y Anita y la camioneta mía en la que venían además René y Piera. En el viaje aprovechamos de rezar unos rosarios por el viejo.

Llegamos al Parque del Recuerdo y ahí la cosa era grande, había mucha, pero mucha gente, relacionada con el trabajo de Iván, había amigos, parientes, estaba toda la gente de mi oficina, realmente que nos sorprendimos.

También allí nos juntamos con Verito, Ignacio y Martina, eso fue lindo, no los había visto a ellos desde el viernes en la mañana, habíamos hablado por teléfono pero nada más. Para mi fue una emoción verlos a los tres juntitos.

Luego vino la ceremonia en la que Pía dijo algunas palabras, en esta parte a Ignacio le bajó toda la pena por el tata y se puso a llorar desconsoladamente, ese fue un momento dificil. Después vino la entrega del ataud en el crematorio, aqui pasó algo tan curioso, mientras bajaban el ataud Martina le hacía chao con su manito, seguro que dentro de las palabras que decía el cura algo le sonó a despedida y ella le hizo chao.

Terminada la ceremonia cada uno se fue para su casa, estábamos todos cansados, trasnochados y con mucha tensión encima.

En la semana fuimos con mi mamá, Iván y Pía a buscar las cenizas al crematorio, las que dejamos en casa de Pía a la espera del 28 de marzo, fecha que pusimos de común acuerdo para llevarlas al mausoleo de la familia de mi papá en San Javier.